Según una investigación de la Universidad de Durham, Reino Unidos, las personas que ingieren mucha cafeína son más propensas a tener alucinaciones, tales como escuchar voces o ver cosas que no existen.
Se considera como grandes consumidores de cafeína aquellos que toman el equivalente a siete tazas diarias de café; la suma total del alcaloide proviene del té, bebidas energéticas, del propio café o de barras de chocolate.
Estos individuos tienen tres veces más probabilidades de sufrir un episodio alucinatorio que aquellos con bajo consumo. La explicación se encuentra en el hecho de que la sustancia incrementa los efectos psicológicos del estrés. Como respuesta orgánica ante la tensión, el cuerpo segrega una hormona llamada cortisol, y se libera aún más cuando se consumen cafeína, esta cantidad extra es la que provoca las alucinaciones.
Según el doctor de psicología, Simon Jones, este tipo de efectos secundarios no son necesariamente señal de enfermedad mental e, incluso, que el 3 % de la población británica es propensa a ‘escuchar voces’ de individuos que no se encuentran a su alrededor.